Cuando me enteré de que la filosofía había sido eliminada de la ESO y del Bachillerato como asignatura obligatoria me lleve una gran decepción, la cuál se acentuó todavía más al ver que el debate sobre la exclusión de la filosofía era inexistente, quizás que por esa falta de debate y de crítica fuese tan fácil echar a un lado a la base de todas las ciencias. Ya que la filosofía tiene su base en el debate, en el compartir ideas, discutir y criticar, pero hoy en día parece discutir lo establecido no es lo mejor para subir peldaños en la pirámide social. Incluso estuve por empezar una campaña de recogida de firmas. Quizás que actuar así sea debido por un afán de protagonismo, o simplemente por altruismo, pero el ser "abogado de causas perdidas" es una vocación que todos llevamos dentro en mayor o menor medida.
Lo que es incuestionable es que es imposible enfrentarse con todo lo que uno considerá injusto o erróneo, en primer lugar porque es que es inviable por tiempo y recursos, pero el argumento más importante es que cada uno tiene sus ideales y siempre habrá confrontación, y cuando dos o más personas no saben debatir, el "confrontamiento" termina siendo un enfrentamiento, de ahí la importancia de la filosofía, ya que no solamente nos llena de ideas y de nuevos pensamientos, sino que nos enseña a debatir y discutir distintos puntos de vista.
El pensamiento único o ir en contra de lo establecido siempre ha sido considerado un problema, o bien los grandes emperadores, los dioses de las religiones paganas o la iglesia, especialmente durante la inquisición, siempre marcaron la línea entre lo que era y lo que no. Da igual que la historia nos haya enseñado que todos los dueños de la "verdad" estuviesen equivocados con el paso del tiempo, ya que es un error que seguimos cometiendo a día de hoy, censurar o descalificar toda idea o pensamiento que va en contra de lo que marca lo "oficial", hoy en día hemos cambiado la ciencia por la religión, y aunque hay científicos que respetan cualquier idea hay otros muchos que rechazan el debate de cualquier cambio en lo que han considerado como cierto hasta el momento. Un claro ejemplo es el famoso caso de las partículas sub-atómicas que se decía que viajaban más rápido que la luz, gran parte de la comunidad científica rechazó la idea de inmediato ya que consideraban que contradecía a Einstein, y aunque fuese así, eso no quita que Einstein fuese un genio y que precisamente gracias a su persona se ha llegado hasta ese punto. Pero lo que precisamente es ir en contra de la ciencia y del saber, es rechazar una idea sin haberla examinado a fondo, solamente porque podría suponer un "choque" entre otra teoría.
Y fuera de la ciencia el pensamiento único y la intolerancia aun están mucho más presentes, el ejemplo más claro es el mundo de la política, donde en un partido todos tienen que votar lo mismo, cuando uno podría ser miembro del partido "J" y pensar distinto en un tema que otro compañero, pero no, hay que actuar como el resto. En los medios de comunicación, incluso antes de escuchar la noticia ya sabemos como se va a enfocar dependiendo a que grupo pertenezca, e incluso una simple opinión distinta no suele ser bien recibida.
Pero por muchos intentos de que siempre exista una corriente de pensamiento única, por suerte el mundo tiene 7000 millones de personas y cada una lleva dentro de sí un filósofo, porque decir que uno es un filósofo pueda sonar pedante, ser un filósofo es simplemente la pasión por el saber, y el saber se basa en el aprender, y las ganas de aprender jamás pueden ser sinónimo de pedante. Como suele decir un buen amigo, no hay preguntas tontas, hay respuestas "idiotas".
